Una pregunta que me hicieron recientemente en una conferencia donde participé fue qué es lo que hace grande a un líder.
Sin duda es una pregunta relevante y muy vigente, pues en estos días hemos vivido una contienda electoral agresiva en Estados Unidos, el país más poderoso del mundo en donde el ganador de las elecciones presidenciales ha construido una imagen muy desafortunada para muchos por sus acciones, comentarios y sobre todo por sus propuestas para dirigir un país tan importante a nivel mundial.
En la actualidad surgen grandes cuestionamientos del liderazgo de Trump y su forma de posicionarse como un gran personaje. Por lo tanto, la respuesta toma relevancia ante tal cuestionamiento e incertidumbre para el mundo y millones de ciudadanos de dicho país.
En mi opinión, esto puede ser visto desde varias aristas, pues cada persona interpreta el significado de un líder de acuerdo con su historia, experiencia y su forma de mirar la vida; pero lo que es una realidad es que la conclusión siempre cae en un mismo lugar, y en el análisis se toma por los mismos puntos de partida.
Podríamos empezar con la mirada del “empresario” y qué tanto se ha oído en los argumentos políticos que hemos vivido últimamente; y lo que es cierto es que el empresario se puede medir por sus hazañas en el mundo de los negocios a través de sus acciones, de cómo gana grandes cantidades de dinero y busca el incremento desesperado de sus pertenencias. Y este éxito en apariencia sólida y próspera en muchas ocasiones te hace ver completo. Sin embargo, me parece que no es suficiente para ser una persona respetada y admirada por los que le rodean.
Lo primero que debemos cuestionar y entender es el significado de la palabra éxito, y que por resultado no sólo es un acaudalar riquezas materiales. Grandes líderes espirituales dicen que el perfecto balance radica entre un mundo material y uno espiritual. Esto no es sólo hablar de religión, sino de hechos orientados hacia las personas que nos rodean y en donde ambos puntos mentados no compiten, convergen y forman un perfecto equilibrio.
Por lo cual nos preguntamos ¿qué es lo que te hace grande como persona? Aquí dejo algunos rasgos importantes que nos hace saber quién es un buen líder y sobre todo un gran ser humano.
- Parte tu imagen con el ejemplo, no al revés, un líder predica con sus acciones.
- Ser humilde no es sinónimo de debilidad, sino de grandeza. Y eso es lo que te hace diferente de los falsos líderes.
- Toma decisiones y piensa en los demás como si fueras tu mismo; un líder no toma ventaja de su posición y postura para fines personales.
- Escucha a los demás y promueve la cooperación; no dejes que caiga en conflicto la gente que te rodea. Al contrario, tu objetivo es crear etnias y comunidades afines entre sí.
- Sé emocionalmente estable; un líder nunca pierde la paciencia y el buen humor es su principal virtud. Cuando un líder genera buen ambiente, todos trabajan mejor.
- Sé emocionalmente consciente; piensa en las personas que te rodean y recuerda que como tú, son humanos que tienen sentimientos
- Soluciona los problemas para un bien común en tu comunidad y nunca subestimes las reacciones de los tuyos.
- Es muy importante pensar en los detalles positivos y negativos en todo momento, y cuidar siempre en construir.
- Cuida el énfasis en la autoridad y en el título de las personas, tu imagen debe ser diferente y no interesada en la posición de las personas.
- Acepta y demuestra el cambio constante para mejorar.
Finalmente leamos un poco de lo que Steve Jobs nos dejó antes de morir:
Sólo ahora entiendo, una vez que uno acumula suficiente dinero para el resto de su vida, que tenemos que perseguir otros objetivos que no están relacionados con la riqueza. Las cosas materiales perdidas se pueden encontrar. Pero hay una cosa que nunca se puede encontrar cuando se pierde: la vida.
Sea cual fuere la etapa de la vida en la que estamos en este momento, al final vamos a tener que enfrentar el día cuando la cortina caerá. Haga tesoro en el amor para su familia, en el amor por su esposo o esposa, en el amor por sus amigos…
Trátense bien y ocúpense del prójimo
Entonces, me parece que la respuesta que hicimos al principio se torna mucho más profunda y parte de que el líder nace y se forma de las acciones que hace para la gente que lo rodea y no para él mismo. Pensando en todas las comunidades que interactúan entre sí, y haciendo crecer su gente sin importar razas, credos, religiones o creencias. Simplemente por el hecho de hacer un ecosistema real y fructífero que va más allá de los bienes materiales.
Finalmente, al hablar de todo esto en mi última plática comenté lo siguiente: “Algo que si me gustaría ser es una persona que cuando esté retirada, sentada a la mesa de un restaurante con mi familia, sería una agradable sorpresa que un señor de una cierta edad se acerque con su hijo adolescente saludándome y diciendo: ‘Mira hijo, él es el mejor jefe que he tenido y me ha enseñado mucho’”.
Creo que esa es la respuesta que buscamos, saber que el mejor empresario no es el que más tiene, sino lo que ha dejado de gran valor en los corazones de sus colaboradores y de los que le rodean.
Y tú, ¿cómo construyes tu imagen?